viernes, 23 de enero de 2009

COUPET AVALA A FRED

Si alguien conoce bien a Fred y podría ayudar al Atlético a la hora de decidirse por su contratación, ése es Gregory Coupet, guardameta rojiblanco y ex del Olympique de Lyon.

MERCADO

El Lyon quiere a Oliveira (Zaragoza) para suplir la marcha de Fred

El meta francés coincidió con el delantero brasileño antes de recalar en las filas del conjunto de Javier Aguirre y no muestra ni la más mínima duda cuando se le pregunta por él. "Es un gran jugador. Es fuerte, alto y habilidoso. Además, tiene mucho gol. Estoy seguro de que lo haría muy bien en la Liga española porque tiene un gran control de balón, sabe proteger muy bien la pelota y es muy técnico". Así de claro era Coupet describiendo al que fue su compañero en Lyon.

Pese a que la gente dice que Fred tiene un carácter difícil, Coupet asegura que eran buenos amigos cuando compartían vestuario en el club francés. "Yo me llevaba bien con él, éramos amigos", señalaba el portero rojiblanco para después interesarse por el tema con una sonrisa dibujada en su rostro: "¿Es seguro que va a venir? ¿Cuándo sería? ¿Ahora o el próximo verano? Por lo que tengo entendido, el Olympique le dejaría salir en el mercado invernal para irse a su país, pero no sabía que podría venir al Atlético", reconocía un ilusionado Coupet..

domingo, 11 de enero de 2009

ATLETICO 2-ATHLETIC 3

Tras las derrotas del Atlético ante el Valencia en Liga y ante el Barcelona en Copa del Rey, la llegada del Athletic al Vicente Calderón se convertía en una nueva prueba de fuego para Javier Aguirre. Los de Caparrós tenían como objetivo alcanzar la zona tranquila de la tabla, mientras que los locales no querían descolgarse de su lucha por los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones. Heitinga, Perea, Assunçao y Yeste eran las ausencias más destacadas del choque.

El encuentro comenzó con algo de retraso, y tuvo que detenerse a los cinco minutos, debido al lanzamiento de bolas de nieves por parte de un sector de seguidores colchoneros al portero visitante, Gorka Iraizoz. Dejando a un lado lo extradeportivo, el Atlético tomó la iniciativa en el juego desde el pitido inicial, a lo que contestó su rival con un posicionamiento muy adelantado sobre el terreno de juego para aprovechar las dificultades rojiblancas a la hora de sacar la pelota jugada.

La primera ocasión con peligro del partido estuvo en un disparo desde la frontal de Koikili que se perdió por encima del larguero de Leo Franco. Sin embargo, fueron los colchoneros los encargados de abrir el marcador. Al cuarto de hora y tras un saque de esquina, Antonio López soltó un misil desde el borde del área que, tras tocar en Ion Vélez, acabó significando el primer gol del encuentro.

El Athletic respondió por medio de Fernando Llorente con un disparo desde el área pequeña tras una jugada personal que acabó despejando el portero local cuando ya se pensaba en el empate en las gradas. Los leones, lejos de acobardarse por el tanto recibido, siguieron gozando de oportunidades claras para igualar. Tras una jugada personal de Susaeta, el jugador más activo del Athletic, la zaga local despejó in extremis cuando Llorente estaba preparado para mandar el esférico a la red con la cabeza.

A pesar de que el dominio del balón seguía siendo para el equipo local, las oportunidades llegaban del lado del equipo de Caparrós. Un fallo de Ujfalusi dejó el balón muerto a Ion Vélez, que habilitó a Llorente para que lograse la igualada, pero el delantero bilbaino no acertó a rematar el centro de su compañero.

El Atlético de Madrid acabó perdiendo la colocación sobre el césped en los últimos minutos a causa de la presión ejercida por el rival en todas las líneas, lo que sirvió a los de San Mamés para embotellar a los colchoneros en su área. Ya en el descuento del primer acto llegó el merecido gol del empate para el conjunto vasco. Un zurdazo de Koikili desde fuera del área sorprendió a Leo Franco, que no pudo hacer nada por evitar que la pelota besara su red.

La polémica llega tras el descanso

A los dos minutos de la reanudación Amorebieta derribó a Agüero dentro del área cometiendo un claro penalti que ni Muñiz Fernández ni su asistente vieron. Los silbidos de la grada al colegiado duraron muy poco, justo lo que tardó Ujfalusi en repetir su error de la primera mitad y dejar que Llorente encarase a Leo Franco para adelantar al los leones con algo de fortuna. Los improperios de la grada se centraron entonces en el jugador checo y en Javier Aguirre.

El gol puso los nervios de los jugadores colchoneros a flor de piel, que endurecieron el partido con numerosas entradas tan bruscas como innecesarias. Tan sólo seis minutos después de que se adelantase el conjunto de Caparrós, el árbitro anuló un gol a Ion Vélez por un fuera de juego más que dudoso que pudo significar la sentencia y pudo poner el Vicente Calderón patas arriba.

Mediada la segunda mitad Forlán gozó de una clara oportunidad ante Iraizoz, pero su blando remate fue atajado sin problemas por el guardameta. Aunque suene a tópico, y lo es, en el fútbol el que perdona lo acaba pagando, y así sucedió. En la jugada siguiente llegaba la sentencia. Gabilondo, que acababa de entrar en el terreno de juego, dejó clavado en la banda a Antonio López con un detalle de calidad y puso en bandeja el tercero a Fernando Llorente.

Aunque parecía complicado, al Atlético se le complicó aún más el partido cuando Maniche vio la tarjeta roja directa tras clavar los tacos de su bota derecha en el pecho de Pablo Orbaiz. A partir de ahí el guión era más que claro: el balón era para el Athletic, que movía el esférico a placer, y el Atlético debía esperar replegado para intentar salir a la contra en busca del gol de la esperanza.

Los minutos finales se consumieron con los intentos desesperados del Atlético en ataque, que se desmoronaban cada vez que llegaban a la zaga bilbaina, perfectamente colocada atrás y dejando que transcurrieran los minutos. Forlán recortó distancias en el descuento, lo que posibilitó que el público del Calderón soñase con la remontada.

La segunda victoria del Athletic como visitante en Liga deja a Javier Aguirre más que nunca al borde del abismo y da un puñetazo a la moral del conjunto del Manzanares. Además, sirve para que el conjunto vasco afronte los próximos partidos ligueros mirando hacia arriba en la clasificación y aleje los fantasmas de los últimos años. Victoria merecida para los visitantes, que acumulan ya seis partidos sin conocer la derrota y dejan al Atlético hecho un mar de dudas.