EL "9" DE ESPAÑA

Sunderland (2001), Oslo (2002), Viena (2008). Tres ediciones diferentes, tres Eurocopas distintas, tres categorías dispares y el mismo jugador: Fernando Torres. El 'Niño', el auténtico rey de las finales, volvió a reinar en otra gran cita europea en la que esculpió su nombre con letras de fuego gracias a su gol y a una brillantísima actuación que hizo posible que el gol de Marcelino en el 64 ya no sea un recuerdo en blanco y negro, porque desde ahora su gol eterno pone color a la historia de una Selección llamada a la gloria.

Este niño madrileño, de Fuenlabrada, empezó a esculpir su historia en el extranjero, como ahora lo ha hecho en esta reciente y caliente Eurocopa y, por supuesto, en las filas del spanish Liverpool. Con sólo 16 añitos Fernando Torres llevó a la Selección a conquistar el cetro europeo en Sunderland, con un gol suyo de penalti ante Francia en la final. Su carrera meteórica comenzó a fraguarse en este europeo que le catapultó, además, a su Atleti. El 'Niño' cogió las riendas de un equipo en declive y sacó del páramo a los rojiblancos.

Más Europa

Un año después, y después de una progresión imparable, Fernando Torres subió dos escalones internacionales de golpe: Sub-18 y Sub-19. Así le llegó el turno de brillar en otro campeonato europeo. Esta vez en Noruega, pero con idéntico guión: campeón de Europa y de nuevo gracias a un decisivo gol suyo en la final de Oslo frente a Alemania. El título europeo Sub-19 le ensalzó de tal manera que Torres escribía su carrera rojiblanca e internacional a golpe de exhibiciones. El 'Niño' reinaba de nuevo en el continente mientras que el Atlético seguía su adaptación a Primera bajo la sombra de un futbolista líder y que tiraba del carro a pesar de su bisoñez.

Dos de los grandes momentos de Fernando Torres en su fulgurante carrera los vivió vistiendo la 'roja': dos campeonatos de Europa, con gol determinante en la final. Lo que no sabía en 2002 este madrileño de Fuenlabrada, que vivió en la calle Alemania de esta población del sur de Madrid, es que el cielo le estaba esperando dentro de unos años en otra cita continental y que, además, se convertiría en la bestia negra de los teutones.

Cambió la historia

El 'Niño' había cambiado la historia del Atlético de Madrid y efectuó su último servicio a los colores colchoneros aceptando su venta al Liverpool para dejar en las arcas rojiblancas el dinero sufienciente para construir un nuevo Atlético. El que ahora encabeza el ' Kun' Agüero.

Torres siempre fue un jugador fijo en los planes de Luis Aragonés, desde la Eurocopa de Portugal al Mundial de Alemania y la Eurocopa de Austria y Suiza. Con sus más y sus menos, sus numerosos detractores, las tremendas críticas, el '9' de España superó cualquier tempestad en la que se vio envuelto. Esta Eurocopa le ha encumbrado a los altares gracias, de nuevo, a un gol definitivo. El del triunfo. El de un título que se le negaba a España desde hacía 44 años. El heredero del gol de Marcelino puso su nombre en la final del Ernst Happel de Viena para llevar a la Selección a una cima que merecía desde hacía tiempo. El 'Niño' de las finales apareción potente, veloz, hábil, astuto y definitivo para marcar un gol histórico que echó a la calle a todo un país en crisis, pero feliz de ver cómo al fin el fútbol patrio está en el nivel que merece. ¡Grande Torres!