El miércoles de la semana pasada me metí de lleno en ese bucle del proyecto fallido, cortesía del siniestro tándem Cerezo-Gilmar, en el que se ha convertido el Atlético de Madrid de un tiempo -ya demasiado- a esta parte. Veía a los de Aguirre ante el Schalke alemán y comentaba lo típico: que esta temporada ya estaba finiquitada....que había mucho cansancio y que el equipo necesitaba varios refuerzos urgentes para la próxima campaña.
Y en esas estaba cuando mis compañeros me tuvieron que sacar del error. Me dijeron que estábamos a 14 de agosto y que el que presenciábamos era uno de los partidos más importantes de la temporada que comenzaba ese mismo día. Inaudito, vamos.
De acuerdo, a un servidor se le fue la cabeza, entre el calor, los Juegos Olímpicos que me tienen absorto y Leo Franco que me los sigue poniendo de corbata cada vez que el equipo contrario saca un córner, yo creo que les puedo pedir comprensión. Yo tardé pero también comprendí que, efectivamente, ésta era ya otra temporada y que lo que estaba viendo era el nuevo e ilusionante proyecto de la vuelta a Europa por la puerta grande.
¿Y, qué quieren que les diga? Pues que no me lo creo, que dudo que se pase el escollo teutón y que si eso ocurre, no le auguro mucho futuro a este equipo en la Champions. Y que me cuesta creer que no se haya fichado un lateral derecho, si todos veíamos que tras el fiasco griego de "Penaltidis" el equipo necesitaba un refuerzo en esa zona. Y que es una tomadura de pelo que nadie haya reforzado la creación en el centro del campo si, este año ha sido la única petición del míster. Resumiendo, vaya, que este equipo, como el de años anteriores, está pensado con los pies.
Y lo peor es que ni siquiera hay aspectos novedosos. Todos los años falla lo mismo y todos los años, los fallos se veían desde fuera y mucho tiempo atrás. Y el guión se repite punto por punto. Y esta película que hubo un tiempo en el que fue una comedia bufa con aquel en el que seguro que están pensando a la cabeza, hoy se ha convertido en una verdadera tragedia.
El que siempre acude fiel a su cita es el humo. Fue caer en Alemania jugando mal, muy mal y aparecer en los diarios deportivos el nombre de Diego, el brasileño, como futuro jugador del Atlético. No trago, me parece demasiada casualidad, ¿y a ustedes?. Antes de que contesten les lanzo una apuesta personal: si se remonta la semana que viene, las cabezas pensantes dirán que no es necesaria su contratación, que con fulanito (aquí cabe desde la vuelta de Ríchar Núñez hasta la reivindicación de Cléber Santana como estrella) es suficiente. ¿Y si se pierde? Entonces dirán que la operación sólo se hubiera hecho si el equipo estaba en Champions. Si, no es una apuesta muy arriesgada, pero es lo que hay.
La pasada temporada, un grupo de atléticos, pocos, eso sí, se reunían antes de los partidos en la Puerta 0 del Vicente Calderón -todavía su estadio- para protestar contra la gestión de sus dirigentes. Eran decenas pero estaban bien informados. Conocen la historia gloriosa de su club y el historial de los que ocupan el palco y cómo comenzó todo esto. Ellos suelen decir (y lo sé porque lo he leído en esos foros de Dios) algo así como "otro año, otro timo". No estoy del todo de acuerdo: estoy casi convencido de lo del tiempo, pero no es otro, en todo caso, el mismo de todos los años.
Qué aburrimiento.
P.D. Menos mal que están los Juegos de Pekín. Y menos mal que acaban ya porque....una semana más y me da algo. Ya no sé en que hora vivo y si estoy en China o en España. Pero merece la pena. La próxima semana recapitulamos. Por cierto, espero que también en siete días, algo más, celebremos la clasificación atlética. Que uno es pesimista y algo amargati pero le gusta ganar. DIARIO YA
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